Tras la derrota en la Primera Guerra Púnica, Cartago se vio obligada a pagar a Roma indemnizaciones de guerra millonarias. Para hacer frente a los pagos, llevó a cabo una nueva expansión ultramarina por las ricas tierras de la Península Ibérica, repletas de fértiles valles y ciudades populosas.
La Segunda Guerra Púnica comenzó cuando Cartago capturó la ciudad Ibérica de Saguntum, un aliado de Roma. El general Aníbal estaba decidido a aniquilar a Roma. A falta de poder naval, Aníbal llevó un gran ejército incluyendo elefantes a través de Francia y cruzando los Alpes para llegar a Italia. La llegada del ejército de Aníbal en Italia desencadenó numerosas rebeliones contra la dominación romana y Aníbal derrotó a Roma en una serie de batallas.
Mientras tanto en la Península Ibérica, que servia como la principal fuente de mano de obra para el ejército cartaginés es amenazada por una expedición romana bajo el mando de Publio Cornelio Escipión el Africano quien tomó nueva Cartago por asalto y puso fin al dominio cartaginés en Iberia. Finalmente, Aníbal hizo un retiro apresurado de vuelta a Cartago para cenfrentarse con Escipión el Africano en África del Norte, aquí los romanos vencieron a Cartago, Poniendo fin a la Segunda Guerra Púnica.
Cartago nunca más ozo desafiar la hegemonía de Roma sobre el Mediterráneo y dejó de ser una gran potencia.
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