miércoles, 11 de diciembre de 2013

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El Imperio Napoleónico, conocido también como el Imperio de Napoleon Bonaparte o Primer Imperio Francés se inicio en el año 1799 mediante un golpe militar Napoleón Bonaparte para tomar el poder en Francia. Poco después, fue instituido el Consulado, y se convirtió en Primer Cónsul.

Golpe de Estado

Habían pasado diez años del inicio de la Revolución Francesa, pero Francia seguía sin conseguir una estabilidad política, económica y social deseada. Por otro lado, la burguesía, clase social que había liderado la Revolución Francesa, veían sus negocios sucumbir en función de las constantes crisis económicas y políticas. 

Para completar el escenario, varios países europeos conspiraban y combatían para poner fin al régimen revolucionario en Francia. En medio de ese caos, sobresale victorioso en el campo de batalla un joven general llamado Napoleón Bonaparte.

Napoleón consiguió reestablecer la estabilidad política de Francia y creo una infraestructura capaz de impulsar los negocios de la burguesía francesa.


Napoleón fue designado primer cónsul por diez años y dictó la Constitución del año VIII. En 1800 sufrió un atentado que utilizó como excusa para depurar a los sospecho-jacobinos. Pronto se descubrió que los verdaderos responsables eran los chuanes (realistas), a los que también eliminó.

Se reconcilió con la Iglesia y con el papa Pío VII, firmando el concordato de julio de 1801. En el exterior, atacó a Austria, que ocupaba el norte de Italia. Tras la victoria de Marengo y la de Hohenlinden, Austria reconoció la frontera del Rhin y entregó parte de los territorios italianos. Gran Bretaña, viendo afectado su’ comercio, firmó la paz de Amiens.

En 1802, Napoleón dictó la Constitución del año X que le nombraba cónsul vitalicio, controlando desde entonces todos los poderes. Fue nombrado presidente de la República Italiana (enero de 1802), mediador de la Confederación Helvética, reorganizador de Alemania, y anexionó a Francia la isla de Elba y el Piamonte, pero la guerra con Inglaterra se reanudó al negarse ésta a abandonar Malta.



El Imperio

El 18 de mayo de 1804 se proclamó emperador con el nombre de Napoleón I y fue consagrado en Notre-Dame por Pío VII. Organizó una fastuosa corte imperial recuperando las viejas instituciones borbónicas abolidas en la Revolución. Como contrapunto, dotó a la sociedad de un Código Civil, que afirmaba las concepciones burguesas de propiedad y fue imitado en muchos países. 

Además, creó institutos y universidades, estimuló las actividades financieras gracias a la creación del Banco de Francia y se convirtió en mecenas y modelo de artistas como David.



Guerras Napoleonicas

Napoleón pretendía unificar el continente bajo el dominio de Francia y aislar a Gran Bretaña, por lo que ocupó toda Europa expandiendo también, junto a sus soldados, las ideas modernas nacidas de la Revolución.



La guerra continuó con Gran Bretaña como principal e invencible enemigo. En 1805, Austria, Rusia, Suecia y Nápoles se unieron a Gran Bretaña contra Francia, España y los Estados meridionales de Alemania. Napoleón organizó la Grande Armée con la que pretendía invadir Inglaterra, pero fue derrotado en Trafalgar por Nelson

Batalla de Trafalgar

Victorioso en UIm y Austerlitz, conquisto Viena y firmó la paz de Presburgo, lo que le permitió reorganizar Alemania y construir un gran imperio que rodeaba a Francia de Estados soberanos. El reino de Holanda fue entregado a su hermano Luis y el de Nápoles, a José. Sin embargo, Napoleón no logró concluir las negociaciones entabladas con Gran Bretaña, que, en 1806, organizó la cuarta coalición con Prusia y Rusia contra Francia. Bonaparte venció de nuevo y firmó la paz de Tilsit, por la que el reino de Westfalia pasó a manos de su hermano Jerónimo.

Batalla de Austerlitz
A pesar de tantas victorias, era incapaz de derrotar a su principal enemigo, por lo que decidió presionarle económicamente mediante un bloqueo. Para ello organizó un cinturón de Estados vasallos, anexionando Etruria, ocupando los Estados Pontificios y conquistando Portugal. En España hizo abdicar a Carlos IV y Fernando VII y colocó en el trono a su hermano José, quien se encontró con una fuerte resistencia del pueblo español. Austria aprovechó las dificultades en España y le declaró la guerra. Napoleón fue derrotado en Aspern pero triunfó en Wagram y firmó la paz de Viena, dando a Francia nuevos territorios.


Aprovechando la victoria y ante el deseo de tener un heredero, concertó su matrimonio con la archiduquesa María Luisa de Austria con la que, tras divorciarse de Josefina, se casó en París en 1810.

Excepto España, toda Europa parecía sumisa, por lo que, confiando en las alianzas firmadas con Prusia y Austria y desconociendo los acuerdos secretos de estas potencias con el zar Alejandro I, decidió invadir Rusia. Pero sus tropas fueron derrotadas por el clima y la oposición de la población rusa. En la retirada hacia Alemania, el resto del ejército fue aniquilado por las guerrillas nacionales.


Wellington entró en Madrid, obligando a José a huir tras la derrota francesa en Vitoria. En agosto, Prusia, Rusia, Gran Bretaña, Austria y Suecia organizaron una sexta coalición contra Napoleón, que fue derrotado en Leipzing. El 31 de marzo de 1814, los aliados entraron en París. El pueblo francés estaba cansado de las guerras, la grave situación económica y el desprecio de Napoleón hacia los principios revolucionarios, por lo que no opuso resistencia. Los aliados formaron un gobierno presidido por Talleyrand. 



Napoleón abdicó en Fontainebleau el 11 abril de 1814 y fue confinado a la isla de Elba, si bien conservaba el título de emperador y se le otorgó el gobierno de la isla. 
El 30 de mayo de 1814 se firmó el primer tratado de París, por el que Francia volvía a sus fronteras de 1792. Luis XVIII regresó para ocupar el trono, lo que provocó el descontento de la población, fiel a los principios de la Revolución. Descontento popular que animó a Napoleón a regresar y recuperar su imperio.

Napoleón llegó a París, donde fue recibido con entusiasmo por el pueblo, redactó la Constitución del año XII y reorganizó rápidamente el ejército, lanzándose contra los ingleses dirigidos por Wellington. Estos, apoyados por los prusianos, le derrotaron en Waterloo, su última batalla. 



Napoleón abdicó por segunda vez en su hijo y embarcó hacia Estados Unidos, pero fue interceptado por los ingleses, que ordenaron su deportación a Santa Elena, donde escribió Memorial de Sainte-Héléne y donde murió el 5 de mayo de 1821.


Congreso de Viena o Restauración

Después de la primera derrota de Napoleón, las naciones vencedoras y sus aliados se reunirían en el Congreso de Viena, en Austria, con el objetivo de decidir los destinos de Europa, rehacer el mapa del continente y reestablecer las monarquías anteriores. El congreso de Viena fue temporalmente suspendida durante los cien días del gobierno de napoleón.



A pesar del escenario europeo recompuesto por el Congreso de Viena conocido como la Restauración, ya no imperaba el Antiguo Régimen: los gobernantes, por ejemplo, fueron obligados a adoptar constituciones. De todos modos, el "nueva orden" ignoraba los principios propagados por las revoluciones burguesas y, justamente por esa razón, no consiguieron durar mucho tiempo. En el transcurso del siglo XIX, una nueva ola de revoluciones estremecían a Europa, derrumbando gobernantes en varios países.

Aportaciones

Código Napoleonico.- El Código Napoleónico consolido el poder de la burguesía. De modo general, cumplía la función de proteger a la propiedad no feudal, es decir a la burguesía. El código tenia cerca de 2 mil artículos, solo apenas siete trataban del trabajo y cerca de ochocientos a la propiedad privada. Los sindicatos y las huelgas estaban prohibidas, pero se permitía la creación de asociaciones de empleadores. 
En una disputa judicial referentes a cuestiones salariales, por ejemplo, el Código Napoleónico determinaba que el testimonio del patrón, y no del empleado, fuese tenido en cuenta. El Código Napoleónico fue hecho por la burguesía y para la burguesía, o, en otras palabras, por los dueños de la propiedades para la protección de la propiedad.


Influencia en America.-  La caída del rey español acabo siendo el detonante que conduciría la creación de juntas de gobierno, para autogobernarse, en la América Española, que luego derivaría en la independencia de las colonias americanas de España.
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